De las más de 7.000 lenguas que existen en el mundo, algunas permiten una aplicación de traducción automática más sencilla, mientras que otros presentan un reto importante frente a iniciativas de automated translation.
El concepto machine translation se basa en permitir que un sistema de traducción sea capaz de recibir un texto en el idioma origen y genere un texto de salida en el idioma destino. Para ello, aplica reglas lógicas y estadísticas (ya sean simples o más complejas), y su último fin es acercarse al 100% de paridad con la traducción profesional humana.
Las técnicas actuales y la existencia de multitud de datos bilingües permiten en muchos casos acercarse a este objetivo. No obstante, algunos idiomas minoritarios aún suponen un reto para la tecnología de la traducción actual. Desgranamos este problema y sus posibles soluciones mediante sistemas de traducción automática neuronal.
A día de hoy, las técnicas de traducción automática han evolucionado para incluir varias opciones:
El reto o limitación más importante de esta opción es que se requiere una ingente cantidad de reglas que, además, para ser elaboradas, requieren de expertos lingüistas.
En este sentido, aparecen desafíos importantes cuando los idiomas a traducir presentan un alfabeto diferente del latino o presentan sistemas sintácticos o verbales complejos.
En este caso, se basa en grandes cantidades de datos a partir de los cuales el sistema es capaz de aprender y generar traducciones. Para ello, se requiere de un entrenamiento especializado.
En los trabajos SMT los lingüistas humanos se limitan a supervisar el trabajo de las máquinas. No obstante, aquí el principal reto tiene que ver con el acceso a datos de calidad: si bien existen idiomas donde el material traducido es abundante (inglés, español, francés, alemán…), los idiomas minoritarios están más limitados, pues no existen tantas traducciones o las traducciones que existen no son de gran calidad.
Esta limitación se corresponde, a su vez, con la demanda real de traducciones. Las combinaciones más comunes incluyen inglés y español, español y alemán, español y francés, e italiano y español, por citar algunas. No obstante, salir de los idiomas mayoritarios implica un mayor esfuerzo, no solo a nivel de recabar datos, sino también en el tiempo necesario para realizar estas traducciones.
Para que la traducción automática estadística sea aplicable, se requiere que el idioma presente suficientes datos para alimentar a los algoritmos. Idiomas como el inglés y el español no representan ningún tipo de reto, pues aparecen modelos de lenguaje de 50 millones de segmentos, o más.
No obstante, como se ha mencionado, lenguas minoritarias (por ejemplo, birmano o gujarati) presentan, normalmente, una menor disponibilidad de datos bilingües. Esta limitación restringe la capacidad del motor de traducción automática y produce una calidad de salida de la traducción más baja.
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La escasez de datos bilingües (la materia prima de cualquier proceso de traducción) obliga a la aplicación de técnicas especiales en el caso de las lenguas minoritarias. Entre ellas, destaca la aplicación de técnicas de traducción automática neuronal.
La traducción neuronal utiliza redes neuronales entrenadas a través del aprendizaje automático como algoritmo de traducción. Así, se trata de la aplicación de técnicas estadísticas refinadas que permiten la definición de un modelo de traducción con millones de parámetros que, en definitiva, convierte el texto original en texto traducido.
Esta forma de Inteligencia Artificial imita el modo en que funciona el pensamiento en el cerebro humano. Así, se trata de lograr que las máquinas aprendan el significado de las palabras, más allá de memorizar palabras o frases. Este tipo de traducción automática abre la puerta a manejar datos y modelos de lenguaje más complejos.
Hoy en día este tipo de sistemas se entrenan a partir de millones de páginas de texto. El objetivo futuro será reducir la cantidad de datos que necesitan para este entrenamiento.
Así, a día de hoy, en las lenguas minoritarias, o mejor dicho, con escasos recursos disponibles, la traducción neuronal funciona de la misma manera que con otras lenguas, aunque el modelo utilizado debe ser entrenado (creado) con técnicas especiales.
Entre estas técnicas destacan:
A pesar de no tener grandes cantidades de textos traducidos, o, como también se conoce, datos paralelos, los motores de traducción automática son capaces de aprender las relaciones entre idiomas y generar traducciones con calidad.
En cualquier caso, los sistemas de traducción automática neuronales también se enfrentan a una serie de retos para los próximos años, incluyendo el logro de una mayor precisión o un aprendizaje más rápido.
Por ello, y aunque a día de hoy los sistemas traducción automática neuronal son indispensables en el sector de la traducción automática, siguen requiriendo de intervención humana, mediación que en muchos casos es crítica.
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