Repasamos los mitos sobre la traducción. ¿Es igual que la interpretación? ¿Puede un traductor elaborar un texto meta de calidad si es malo en lengua origen? ¿Depende del precio?
La gente ajena al campo de la traducción y que no necesita traducciones con frecuencia no siempre comprende en qué consiste este mundo. La mayoría de mis amigos no saben a qué me refiero cuando les digo que trabajo en el sector de la traducción. «Vaya, así que eres traductor», contestan habitualmente. Cuando les digo que no lo soy, se quedan en blanco. ¿A qué más podrías dedicarte en el sector de la traducción? En el mundo de la traducción hay mucho más que traductores (aunque son mayoría) y muchas ideas equivocadas. Echemos un vistazo a la lista de Pangeanic de los mitos más comunes que llegan a nuestros oídos de vez en cuando.
Mito n.º 1: La única forma de garantizar una buena traducción es solicitarla a las agencias de traducción más grandes del mundo.
La idea es que solo una gran multinacional LSP (proveedor de servicios lingüísticos, por sus siglas en inglés) es capaz de hacerlo bien. Pues no, lo siento, pero es una idea muy equivocada. Si busca una traducción de un solo idioma o de un sector determinado, puede que le vaya mejor una agencia pequeña o un traductor autónomo que entienda los complicados matices de una región o un idioma en concreto. Las grandes agencias también juegan su papel, normalmente dando servicio a grandes clientes que gastan cientos de miles de dólares, euros o yenes en traducciones. Del mismo modo que usar un Ferrari para hacer la compra semanal o un servidor de IBM para hacer funcionar tu ordenador pueden no ser las mejores opciones, los grandes proveedores y su intrincada compartimentación no son, en absoluto, la mejor solución para todos y cada uno de los proyectos.
Mito n.º 2: Cuantos más traductores, mayor calidad.
Con el tiempo, los traductores se familiarizan completamente con el estilo de escritura, el tono y las preferencias de sus clientes. Piense en ellos como chefs que se familiarizan con la receta de una tarta y, en consecuencia, pueden hacerla sin mucha dificultad y, seguramente, hasta con los ojos cerrados. En general, si no es el mismo traductor (o grupo de traductores) el que trabaja siempre en los mismos proyectos, la calidad y la coherencia acabarán reduciéndose, como es lógico, y parecerá que las traducciones tienen diferentes voces y estilos. Si tiene proyectos recurrentes, asegúrese de trabajar con un equipo específico que se familiarice por completo con su contenido original.
Mito n.º 3: Solicitar una «retraducción al idioma original» garantiza la calidad.
Hay dos formas de hacerlo: 1) Traduzca a la lengua meta y pida al mismo proveedor de servicios lingüísticos que vuelva a traducir al idioma original. 2) Haga que un proveedor de servicios lingüísticos le traduzca a un idioma y pida a otro proveedor que vuelva a traducir al idioma original. La teoría es que se pueden detectar errores comparando las diferentes versiones. La realidad es que este proceso está condenado a fallar. ¿Por qué? Porque una buena traducción ya se ha localizado con expresiones adecuadas para la lengua meta. Esto puede comprobarse utilizando cualquier herramienta de traducción automática en línea como Bing o Google Translate: habrá confusiones durante todo el proceso. Si el proveedor de servicios lingüísticos que vuelve a traducir el texto al idioma original comete un error, habrá diferencias entre el texto original y la retraducción al idioma original; no obstante, el cliente será incapaz de determinar el origen del error. Esto supone un gasto innecesario y una pérdida de tiempo que es mejor evitar. Hable con su agencia de traducción sobre los procesos de control de calidad adecuados y los informes sobre los controles. Cualquier empresa seria le proporcionará informes sobre los controles o las revisiones del editor o del revisor para su tranquilidad. Habrá mayor transparencia y, en lo relativo a la calidad, podrá verificar que se cumplen los controles pertinentes.
Mito n.º 4: Los empleados bilingües nos lo pueden traducir...
Aunque los empleados bilingües son de gran ayuda para el equipo, si no han sido contratados como traductores, pedirles que traduzcan o revisen un texto puede no ser la mejor idea: en realidad, traducir no es la labor para la que están cualificados. Al ser un trabajo extra, es posible despistarse y no llevar el cuidado necesario. Hay una idea aún más equivocada en este sentido: el hecho de que alguien hable más de un idioma no implica que tenga la experiencia ni los conocimientos necesarios para traducir. Además, podría acarrear consecuencias desastrosas. Por la misma regla de tres, cualquiera que sepa leer y escribir debería, en teoría, ser capaz de escribir un libro. Sin embargo, la realidad es diferente. Para poder realizar una traducción profesional —algo que muchos consideran una obra de arte—, se necesitan, entre otras muchas cosas, años de práctica, un título en Traducción o similar y un conocimiento profundo de las herramientas CAT.
Mito n.º 5: Mi contenido original no afecta a la calidad.
Pese a que en Pangeanic formamos a nuestros traductores para cuestionar el contenido original, muchos «errores de traducción» se deben, en realidad, a que el texto original es confuso o, cuanto menos, ambiguo. Los traductores confían en su experiencia profesional y en las herramientas de las que disponen para intentar comprender el significado original. Este no siempre es el mejor enfoque y puede, obviamente, derivar en una traducción que no cumpla las expectativas. En general, un traductor profesional detectará los posibles problemas y, en casa necesario, consultará al cliente para aclarar el significado. A menudo, las expresiones más cotidianas y comunes no tienen equivalente en otro idioma y traducir literalmente resulta imposible. Los lingüistas de Pangeanic no solo se esfuerzan al máximo para traducir aquello que tienen delante, también hacen consultas y comentarios a nuestros gestores de proyectos para que los clientes estén al tanto. No hacerlo puede tener efectos indeseados (y no necesariamente por culpa del traductor). La comunicación es bidireccional. Si el mensaje original resulta confuso, es normal que la traducción pueda llegar a serlo también.
Mito n.º 6: La traducción y la interpretación son idénticas
La traducción y la interpretación no son lo mismo y sus nombres se confunden a menudo. Los profesionales de cualquiera de las dos disciplinas le dirán que mucha gente comete el error de pensar que son sinónimos. Los traductores trabajan con la palabra escrita y, a menudo, desde la comodidad del hogar. Por otro lado, la interpretación implica actuar de intermediario entre dos o más partes que se comunican verbalmente, en tiempo real y frecuentemente in situ (si no se trata de interpretación telefónica). Sin embargo, también sucede en este caso que un gran intérprete no es necesariamente un buen traductor, ya que cada profesión requiere unas habilidades muy diferentes. No todos los traductores interpretan ni todos los intérpretes traducen.
Mito n.º 7: Todos los traductores pueden traducir sobre todos los temas
Como ha podido leer en el mito n.º 4, se necesitan una serie de atributos físicos y mentales para ser un gran traductor. También es importante mencionar que, el hecho de que un traductor sea bueno traduciendo textos de una temática específica (los traductores suelen estar especializados en un área determinada), no implica que puedan traducir textos de cualquier temática. Todo el mundo debería saber que es una idea equivocada y peligrosa. Se necesitan ciertas habilidades para redactar documentos legales, documentación técnica o textos de marketing. Un traductor de marketing puede no ser la mejor opción para traducir documentos sobre la ciencia de la propulsión de cohetes.
Mito n.º 8: Una traducción automática es suficientemente buena
Como algunos de nuestros fans ya sabrán, Pangeanic es una pieza importante en el ámbito de la traducción automática (TA), así que sabemos de qué estamos hablando (no es por presumir). Creemos firmemente que la TA es el futuro, debido especialmente a los avances que estamos presenciando en redes neuronales como la traducción automática neuronal (NMT) y la inteligencia artificial. Eche un vistazo a nuestras noticias sobre tecnología y, en especial, a nuestro sitio web PangeaMT. No obstante, para conseguir los resultados humanos que observamos y comercializamos para algunos clientes, necesitamos un excelente corpus de entrenamiento y la infraestructura para albergar los motores, entre otras cosas. Póngase en contacto con nuestro equipo para saber más. Los resultados que conseguimos son realmente increíbles. Sin embargo, no todas las soluciones de TA consiguen lo mismo. Si necesita entender un correo de un cliente o un compañero extranjero, Google o Bing pueden ofrecer resultados decentes. Recuerde que los sistemas en línea gratuitos están para ayudar a entender, no para publicar. Si de todos modos quiere utilizar estas traducciones para presentarse en el mercado global, puede que sus textos pierdan el significado original y esto le haga perder clientes e incluso tener que cerrar su negocio.
Mito n.º 9: Un buen traductor dominará rápidamente la terminología y el estilo específicos de su empresa
Por muy bien que se venda, cada traductor tiene su propio estilo y capacidades. Nada sustituye al contexto, las guías de estilo, los glosarios y una memoria de traducción bien depurada. Cada compañía tiene su propia terminología y es fundamental que la comparta con el equipo de traducción. ¡La comunicación es primordial!
Mito n.º 10: Un precio más alto implica siempre una mayor calidad
Desgraciadamente, no todos los problemas se solucionan con dinero. Es cierto que algunas combinaciones lingüísticas resultan más caras que otras debido a la oferta y la demanda. Hace falta contar con una buena estructura, normativa de calidad y procesos de selección. Comprar una traducción no es sencillo, puesto que normalmente el cliente no puede evaluar la calidad y debe confiar en el proveedor del servicio. No se preocupe, también le ayudamos con esto. Consulte nuestros 5 consejos útiles para compradores de traducción Esperamos haber desmentido algunos mitos y que ahora tenga una idea más clara de a qué se dedican estas personas con tanto talento.
Póngase en contacto con un miembro de nuestro equipo si tiene alguna duda.